sábado, 25 de agosto de 2007

Tal Vez Fué Así

Es raro en mí que me arrebate un impulso, por lo general soy tranquila, las discusiones y los sucesos no me enervan la sangre. Más bien me abstraigo en reflexiones, pienso y luego modulo palabras que a veces ni sé desde donde surgen.
Sin embargo no descarto utilizar la violencia física en algunos casos para mí merecedores de golpes secos, como por ejemplo cuando el control remoto no funciona bien, cuando la puerta no abre fácil, cuando no puedo desatar un nudo, boludeces.
Con las personas no, salvo rarísimas excepciones, muy contadas, y sin embargo son arrebatos más bien verbales, y un poco subidos de tono, de tono de voz. No paso de un grito, un portazo, tirar algún objeto, pero repito, esto rara vez sucede.
Lo mío es la autoflagelación, moral y espiritual, como diría una tía vieja, “la procesión va por dentro”.
Pero esta vez, esta vez fue distinto. Algo inexplicable me invadió el espíritu y tomo por supuesto control de mis actos, de mi cuerpo. Con solo verlo cruzar la puerta la vista se fue tornando negra, me congelé súbitamente. Lo que me hizo pensar en la frase tan parafraseada, “está re caliente” para describir entre otras cosas a alguien enojado. Yo no, me helé, transpiraba es cierto, pero un sudor frío. Y algo se me desconectó, como nunca… dejé de pensar, o mejor dicho, deje de reflexionar. Nada mediaba lo que pensé y lo que hice, hice lo que pensé hacer, lo que algo o alguien me dictamino. Quizás la conciencia, o el dolor o un dios justo o un demonio vengativo, que se yo.
Me acerqué, tranquila, lo besé en la mejilla, me tiré un poco hacia atrás y lo golpee, justo donde lo había besado. Con una fuerza desconocida por mi, con una precisión apabullante, con un odio desmedido. Como si lo hubiera planeado, como si me hubiese entrenado especialmente para aquello. Como si alguna vez hubiese imaginado la situación, como si deseara hacerlo, como si no fuera la mujer calma y reflexiva que soy, como si él me hubiese despertado un arrebato demencial. Tal vez fue así.

martes, 21 de agosto de 2007

Conversación II

Yo- ahora vos decime, yo no puedo creer que sea tan boludo, porque no estamos hablando de un pendejo, NO! Es un adulto, eso se supone, debería serlo, no tiene 20 años

Andrea- pero son así, mas grandes mas quilombos.

Vero- igual es incomprensible.

Yo- y si…porque yo no te digo que el tipo te proponga casamiento solo porque vos estas muerta con él, pero una no puede estar con alguien, dormir con él, hablar de cosas que no hablás con nadie, y después simplemente desaparecer.

Vero- obvio, nosotras somos minas abiertas, después no vamos a andar difamándolo si no hace lo que esperamos que haga, o les vamos a decir a nuestros viejos que lo obligué a pedirnos la mano, que se yo... capaz que le dio miedo.

Andrea- ¿miedo?, ¿de que?, ahora tiene miedo, si una no le va a hacer un juicio por abuso infantil tampoco, y hablando en serio, no le cuesta una mierda venir y decirte que es mejor que no se vean mas, o …

Yo- …o, de última que te mienta, que te diga las mismas boludeces que dicen todos “que esta confundido”, o que se sacó un pasaje a Kingston solo de ida…que se yo, y aunque eso sea tener muy poca consideración con nuestra inteligencia, por lo menos no nos haría hervir la sangre como que se fugue, sería ser considerado para con nuestra autoestima che!

Andrea- pero si, porque desaparecer así, como un delincuente…

Vero-… y ni siquiera aceptar un trato cordial, tampoco te digo que sean amigos, pero mínimo responder las llamadas o los mensajes…

Yo-…o no salir corriendo cuando te ve, por lo menos un hola ¿no?

Andrea- pero vieron que los tipos tienen esas cosas, nosotras podemos mantener una relación armoniosa y buena con alguien con el que nos acostamos por un tiempo, como que una lleva un gen maternal o algo así, y a menos que el tipo sea un tarado, un boludo o muy pesado, una siempre se queda como colgada, y los sigue escuchando y tratando de ayudarlos…

Yo- siempre y cuando sigas soltera...eh!

Andrea- ah si mas vale, pero una como que tiene un sentimiento protector hacia esos hijos de puta, porque en el fondo te dan lástima, o no se…

Vero- no!... es que nosotras no somos tan cuadradas, que vos sigas en contacto con ésos hijos de puta, como vos decís, no significa que estés enamorada, o que te deban algo, en fin que tengan que ponerse de novio o ponerte un anillito, pero los tipos…los tipos no, ellos siempre se desaparecen.

Yo- igual eso no es lo peor, lo ridículo en estos casos es que se desaparecen sin previo aviso, un día se los traga la tierra y ya...no es ni rechazo, ni enojo, ni odio... no es nada.

Vero- sigo insistiendo en que tienen miedo.

Andrea- miedo de que? De decirte mira nena, la verdad que sos muy buena en la cama, súper piola, re simpática, súper abierta, bla bla, pero nada mas, mejor no nos veamos mas, ni me llames, ni nada porque no te voy a responder, chau. ¿Tanto les cuesta eso?...vamos! no estamos en el siglo 15

Vero- es cierto, nosotras somos mas crueles, mas directas... es que nuestra comunicación es un arma, es un arte, para ellos no, ni saben para que existe.

Yo- ningún hombre te va a decir eso, si les preguntas el por qué casi todos tienen la misma excusa, los mas hijos de puta son un poco mas destructores y te dicen que como no hay compromiso tampoco hay obligación de andar dando explicaciones.

Andrea- bueee…eso es otro tema. Tan cubos pueden ser?, ¿Cuándo hay compromiso?, o sea que haberlo escuchado cuando estaba mal, haberle aguantado sus locuras y sus manías, haber dejado de lado nuestras cosas para apoyarlos, y ni hablar de si lo amas al punto de donarle un riñón si lo necesitase, eso no es suficiente para que tenga la delicadeza de por lo menos ser sincero?.

Vero- parece que no, parece que no.

Yo- ¿y todos serán así?

Andrea- …

Vero- …

miércoles, 8 de agosto de 2007

Relativo.


El tiempo es relativo, o mas bien la percepción que se tiene en un determinado espacio de tiempo es relativa. En un examen los minutos no pasan, es mas se pierde noción del tiempo y del espacio, en una charla aburrida el reloj va para atrás y los minutos pasan como apesadumbrados, lentos, pegajosos.
Y todo es así de relativo, como que ahora estoy sin estar.
Es relativo lo que sucede, la relatividad depende del ojo con que se observe, del momento, del lugar donde se desarrolle cualquier cosa.
Lo que hoy es hermoso, mañana puede ser detestable y viceversa, y mas allá de que uno vaya cambiando a través del tiempo, como es natural, y determinadas mutaciones podamos achacárselas a la maduración, lo cierto es que la relatividad puede desequilibrarnos.
El estar y el ser trascurren en una relatividad agonizante, que nos deja perplejos ante cada decisión a tomar, entre los miles de caminos que hay que elegir siempre nos sorprendemos paralizados, y nos vamos acostumbrando a vivir suspendidos en el aire, creyéndonos sostenidos por la firmeza de los pensamientos ambiguos.
Cada tanto me siento a ver pasar la vida, y no encuentro mas que puras contradicciones y dudas, manchas de impotencia en todas partes, oscuros retazos de realidad que aparentan ser inamovibles.
El “para siempre” se convierte en relativo en el mismo momento de pronunciado, los verbos pierden toda su esencia, solo el pasado adquiere consistencia absoluta, lo incierto se palpa constantemente.

viernes, 3 de agosto de 2007

Los Cuerpos.

Cuando dos cuerpos se encuentran, no se preguntan el nombre, no les interesa la edad, ni el estado civil. Los cuerpos solo sienten, son sistemas, estructuras, maquinas, cuyo contacto con el mundo se remite a la piel, y la piel solo sabe de tacto.
A los cuerpos nada les importa, no se fijan en parentesco ni religión, solo les urge el contacto, el roce, las sensaciones fuertes. Se mezclan, pierden sus límites, se fusionan, se traspasan, y son felices.
Los cuerpos no tienen pasado, y no conocen ni les interesa el futuro, el instante, el ahora, la brevedad es lo que entienden, la necesidad y la urgencia, el deseo inmediato, todo se conjuga en ellos.
El cuerpo Tiene memoria, es cierto, y se acostumbra, se amolda a cualquier otro cuerpo, nada lo limita a unirse, a chocarse, nada sabe de fidelidad o de tradición, y a pesar de ser el continente, el depósito del alma, de la verdadera esencia, dos cuerpos juntos se vuelven autónomos, anarquistas, se sublevan a cualquier mandato, pierden su identidad y su posición, nada les importa mas que sentir sin limites, ni ordenes, ni leyes, ni prohibiciones, ni lugares, ni tiempos…pueden perder la vida en un acto, pueden matar lo que los constituye, pueden tocar el fin, es lo único que saben hacer.