miércoles, 8 de agosto de 2007

Relativo.


El tiempo es relativo, o mas bien la percepción que se tiene en un determinado espacio de tiempo es relativa. En un examen los minutos no pasan, es mas se pierde noción del tiempo y del espacio, en una charla aburrida el reloj va para atrás y los minutos pasan como apesadumbrados, lentos, pegajosos.
Y todo es así de relativo, como que ahora estoy sin estar.
Es relativo lo que sucede, la relatividad depende del ojo con que se observe, del momento, del lugar donde se desarrolle cualquier cosa.
Lo que hoy es hermoso, mañana puede ser detestable y viceversa, y mas allá de que uno vaya cambiando a través del tiempo, como es natural, y determinadas mutaciones podamos achacárselas a la maduración, lo cierto es que la relatividad puede desequilibrarnos.
El estar y el ser trascurren en una relatividad agonizante, que nos deja perplejos ante cada decisión a tomar, entre los miles de caminos que hay que elegir siempre nos sorprendemos paralizados, y nos vamos acostumbrando a vivir suspendidos en el aire, creyéndonos sostenidos por la firmeza de los pensamientos ambiguos.
Cada tanto me siento a ver pasar la vida, y no encuentro mas que puras contradicciones y dudas, manchas de impotencia en todas partes, oscuros retazos de realidad que aparentan ser inamovibles.
El “para siempre” se convierte en relativo en el mismo momento de pronunciado, los verbos pierden toda su esencia, solo el pasado adquiere consistencia absoluta, lo incierto se palpa constantemente.

1 comentario:

Unknown dijo...

es q no existe el "para siempre", menos mal que no existe, imaginate un amor "para siempre" puajjj!!!