jueves, 29 de marzo de 2007

¿Celosa, yo?

Las mujeres y los celos es un tema ampliamente tratado, y no significa esto que esta cualidad sea solo patrimonio de la feminidad, solo que parece que los hombres pueden ser mas fácilmente calificados. Tampoco hay que dar carácter de complejo al tema solo por tratarse de una habilidad manifiesta en nosotras, pero lo cierto es que las mujeres podemos formar un abanico mas amplio cuando de celos se trata.
Aquí algunas categorías:

La obsesiva inescrupulosa.

Esta mujer se caracteriza por tener celos infundados hacia su pareja, la cual generalmente se encuentra entre las personas mas comprensivas, tranquilas y “aguantadoras” de la especie.
La O-I nunca consigue pruebas del supuesto engaño, es mas, no las necesita. Su ego es fácilmente herido por cualquier acción que el otro emprenda y ella considere traición. Sin mas esta celosa demostrará su incomodidad y si es necesario hará planteos y/o sufrirá ataques de ira en cualquier reunión, situación y lugar.
Síntomas: desfiguración total o parcial de su fisonomía habitual, contestación inmediata sin mediación del cerebro, deseos de privar de libertad a su pareja, sudoración, ideas asesinas hacia cualquiera que ella considere que la está desplazando de su trono: ya sea ex novia, amiga, hermana, e incluso madre del susodicho, en ocasiones se observa muerte súbita.



Las maniáticas.
Para estas lo importante son las evidencias, revolverán cajones, olerán prendas, releerán papelitos y llamarán a su hombre cada 2 horas para agarrarlo “in fraganti”.
Una mancha de salsa siempre será rouge y de esto no la disuadirá ninguna prueba de laboratorio.
Estas mujeres rara vez hacen escenas públicas, es que rara vez pueden armarse de suficientes pruebas en lugares donde deben evitar estos excesos de Sherlock Holmes.
Síntomas: pensamientos diversos y descabellados para argumentar en contra del acusado, comportamiento de perro entrenado para buscar estupefacientes, prolija, ordenada y terca hasta la médula.


La disimuladora.
La disimuladora es aquella que nunca hace un reproche, es simpática con todas las mujeres de su hombre e incluso hasta podría llegar a entablar una amistad con cualquier ex parecida a una modelo de play boy; pero cuando menos se lo sospeche estallará en un brote que no tiene vuelta atrás.
Es que en su silencioso actuar ella habrá observado sigilosamente todos y cada uno de los movimientos de las otras personas, y mentalmente habrá elaborado un cuadro de situación, al cabo de un tiempo se lo habrá creído, y en un momento mas sacará sus garras.
Generalmente su frase favorita es: “yo no soy celosa, pero tampoco soy tonta”.
Síntomas: nunca observados debido a la finura de su trabajo.


La reprimida.
Sus grados de celos pueden ser variables, y aunque se muerda los codos jamás dará señales. Esta mujer aprendió que debe ser sumisa, respetuosa y... ciega.
No es simpática pero no es antipática, no se enoja y no esta contenta, es gris, rara vez exige rendición de cuentas y jamás levanta la voz. Un buen día conoce a un hombre agradable, y mantiene una relación extra-matrimonial con él, y esto no le produce cargo de conciencia pues se está vengando de su pareja; su lema: “por las dudas, se la devuelvo”
Síntomas: poco afectuosa, retraída y permisiva. Todo le resbala. Pasa largas horas pensando frente a la Tv. y siempre que habla se nota que su mente está en otro lugar, que no pueden ser mas que dos: su marido el infiel y su amante. Es la novia perfecta.


La democrática.
Tiene celos pero lo justo y necesario para hacer sentir a su pareja su amor, son celos mas que todo demostrativos de amor. Siempre esperará su oportunidad para preguntar por aquella Venus que lo saludó a la salida del supermercado, es comprensiva y habla siempre en tono cómplice. se aprovecha de la situación mas que sufrirla. Recordará todos los momentos es que sienta celos y los reservará como un as que utilizará para ganar la partida en una posible discusión o en un ataque de celos de su pareja.
Es democrática, abierta y serena, todo lo resuelve hablando.
Síntomas: lee libros como: “la meditación y tú” o “las mujeres son de Venus y los hombres de Marte”, analiza y discute todo pero siempre en un clima de terapia psicoanalítica. Siempre que pregunta lo disfraza de curiosidad, es estratega.













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