martes, 27 de marzo de 2007

Dos opciones.

La cosa es así: el chico te quiere y te lo demuestra, te hace sentir especial, es el ideal de cualquier chica de entre 20 y 30 años, y q pasa?, a vos no te gusta, y porque? Porque a las mujeres nos gusta sufrir, nos gusta esperar, nos gusta el mas machista, el sex simbol.
Si por esas casualidades alguno de esta clase de tipos te regala algunos momentos, la relación dura hasta que una se da cuenta que también es infiel, grosero, egocéntrico, narcisista, etc., etc.
Y tenes dos opciones, lo dejas y vas a llorarle a tus amigas, que por supuesto te van a decir lo que vos sabias antes incluso q el súper-macho se fije en vos: -¡que esos tipos no se ponen las pilas!, que ellas ya te habían avisado, que te hubieras quedado con el romántico y tierno.-
O sea, te hacen sentir la mujer más boluda sobre el planeta…
La otra que te queda es hacerte efectivamente la boluda y seguir con él, refugiándote en el famoso pensamiento algo incomprensible que dice así “ que digan lo que quieren y que él haga lo que quiera,¡total está conmigo!!!”.
¿Como luchar contra estas dos opciones que no son para nada saludables?, tampoco voy a ser tan negativa, hay que rescatar al pequeñísimo porcentaje de hombres de esta talla que cambian, y se convierten en dulces, tiernos, románticos y comprensivos; esto dura aproximadamente un mes, o sea hasta que los abandonamos o viceversa, es un circulo vicioso. A la mujer nos gusta transformarlos, armarlos, darle nuestro toque hasta que nos cansamos de nuestro logro.
Al final resulta que es así, nos atrae el que nos dice que no, pero terminamos con el otro, ¿somos felices?, no lo se, pero es sabido que el hombre no puede vivir solo, que al final siempre somos dos, sea real y palpable o pura fantasía.
Así que hay que elegir un camino…

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