
El otro día por ejemplo, estuve mas de quince minutos gritándole obscenidades, regándole con vodka la alfombra, pidiéndole explicaciones que no escuchaba y amenazándolo con el control remoto del equipo de música como si fuese un arma. Mientras caminábamos alrededor de esa mesita horrible que siempre esta llena de porquerías, como persiguíendonos, como escapándonos, mientras, además, prendíamos cigarrillos sin dejar de mirarnos porque eso hubiese significado bajar la guardia.
Una idiotez. Unos estúpidos.
Una escena que se deslizaba entre lo cómico y lo patético…y eso no era lo loco, lo incoherente, eso no era consecuencia de las burbujas, no era eso lo que tramaban en mi cerebro.
Lo realmente irracional, es que haya amanecido con su brazo rodeando mi cintura.