lunes, 24 de diciembre de 2007

Navidades

A los 3 años, mas o menos, mis padres me anunciaron que Papá Noel era una farsa.
Que eran ellos quienes compraban los regalos a último momento, los escondían y a las 12 en punto los colocaban debajo del árbol.
Así que por favor, no pidas cosas imposibles- me dijo mamá.
No me acuerdo mucho más.
Con el correr del tiempo los entendí, entendí que ya era mucho tener que estar corriendo para conseguir el ultimo juguete inventado, era demasiado pelear con los demás padres a muerte por la ultima muñeca del stock, que era excesivo que en el único tiempo libre que tenían lo utilicen buscando algún objeto inexistente en el mercado argentino, ocurrencia mía. Por lo que quedaban desechados de mi lista los aviones, las estrellas, los hipocampos, los caballos, y quien sabe que otro capricho.
Sin embargo sostengo que si bien esa confesión fue muy importante para mi pequeña psiquis, aun sabiendo que no existe Papá Noel, cada noche buena, sigo pidiendo cosas imposibles.





1 comentario:

Ceci Fernandez dijo...

eras pequeña =( pero bueno al menos no tuviste una falsa ilusión por muchos años....En fin
Gracias por pasar=)